Miami y Coral Gables, Florida
Trastorno de la ATM y tratamiento del crecimiento facial
El trastorno de la ATM es una afección dolorosa que puede dificultar la vida cotidiana. Algunas estimaciones revelan que más de 10 millones de estadounidenses pueden padecer un trastorno de la ATM, a veces denominado TMD. Si le han diagnosticado este trastorno, probablemente sepa que la mayoría de los tratamientos se centran en controlar los síntomas en lugar de eliminar la causa que los provoca y encontrar un alivio permanente.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de la ATM?
Los síntomas del trastorno de la ATM pueden ir de leves a debilitantes. Para algunos pueden aparecer en oleadas y a veces pueden ser mucho peores que otras. Estos son algunos de los signos y síntomas del trastorno a los que debe prestar atención si aún no ha sido diagnosticado:
- Dolor de mandíbula al masticar
- Dolor de mandíbula al bostezar
- Chasquido o estallido de la mandíbula
- Bloqueo de la mandíbula
- Dolor de oídos
- Zumbidos en los oídos (tinnitus)
- Espasmos musculares
- Dolores de cabeza o migrañas
- Dolor facial
- Hinchazón de la mandíbula o la cara
¿Cómo puede ayudar el tratamiento del crecimiento facial con el trastorno de la ATM?
Normalmente, el tratamiento de los trastornos de la ATM se centra en el control de los síntomas con tratamientos domiciliarios como medicamentos, masajes y terapia con hielo. En casos extremos, a veces se recomienda la cirugía, pero la recuperación puede ser muy dolorosa y larga. El Tratamiento del Crecimiento Facial está revolucionando el ámbito del tratamiento de la ATM con una opción que busca corregir el origen de los síntomas en lugar de limitarse a tratarlos o enmascararlos. En algunos casos, los problemas con la mordida pueden causar síntomas de trastorno de la ATM. Muchos profesionales de la odontología optan por extraer dientes para corregir el apiñamiento y equilibrar la mordida. Al ayudar a la mandíbula a desarrollar todo su potencial genético con el uso de tratamientos de crecimiento facial, se crea espacio en la mandíbula para que los dientes se muevan a donde deben estar para una mordida equilibrada sin necesidad de extracciones. Una mordida equilibrada alivia la presión sobre las articulaciones temporomandibulares permitiéndoles funcionar de la forma más saludable y aliviando el dolor.