Cuando se trata de tu boca, hay cierta terminología confusa flotando alrededor, como el término “microbioma oral”. Aunque pueda parecer complicado, su microbioma oral no es más que las colonias de organismos microscópicos que viven en su boca. Algunas de ellas son bacterias buenas y otras son malas. Las bacterias buenas ayudan a mantener el equilibrio del organismo y los dientes limpios. Estas bacterias pueden incluso añadirse a los alimentos para ayudar desde la digestión hasta las encías. A veces estas bacterias útiles vienen en forma de algo llamado “probióticos”.

Pero mientras que las bacterias buenas ayudan a nuestra boca y a nuestro organismo, se ha descubierto que las malas causan muchos peligros a ambos. Las bacterias nocivas no sólo pueden provocar caries y enfermedades de las encías, sino que también pueden introducirse en el torrente sanguíneo y contribuir a la enfermedad de Alzheimer, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, etc.

Recientemente, la Universidad Estatal de Colorado llevó a cabo un estudio sobre los biomas orales y descubrió algunos datos interesantes.

Para empezar, los investigadores descubrieron que entre las familias, las bacterias orales parecían ser similares tanto en niveles como en tipos de bacterias. Esto se debe probablemente a que los miembros de la familia tienen dietas similares. También descubrieron que los niños tenían bacterias orales diferentes a las de los adultos, probablemente debido a su dieta, ya que todos sabemos que los niños no siempre son los comedores más aventureros.

Otro descubrimiento interesante del equipo de la Universidad Estatal de Colorado fue que las personas que no visitaban al dentista con regularidad tenían más Treponema, un patógeno conocido por causar enfermedades periodontales (de las encías). Los investigadores creen que este patógeno es más frecuente en las personas que no acuden al dentista, ya que podría estar escondido en el sarro de la línea de las encías, y quienes no lo eliminan con regularidad tienen más cantidad en la boca.

Los investigadores también descubrieron que las personas que afirmaban no utilizar el hilo dental tenían más bacterias nocivas en la boca que las que sí lo utilizaban con regularidad, ¡incluso entre las personas que se cepillaban los dientes con regularidad!

En última instancia, el estudio arrojó alguna luz interesante sobre los microbiomas orales, pero también puso de relieve algunas cosas que ya sabíamos: la importancia de utilizar hilo dental y de someterse a limpiezas dentales periódicas.

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