La lengua podría tener claves sobre la apnea del sueño

shutterstock 85042057

Si eres como la mayoría de la gente, probablemente nunca hayas pensado en la grasa de la lengua. Sí, has leído bien: grasa en la lengua. Lo creas o no, incluso tu lengua puede engordar, dependiendo de la genética y del peso corporal general. Pero aunque una lengua más grasa no parezca gran cosa, los investigadores la han identificado como un factor clave en una afección llamada apnea obstructiva del sueño.

La apnea obstructiva del sueño es más frecuente en adultos considerados médicamente obesos, pero también puede afectar a personas con un peso saludable. La apnea del sueño se considera una afección que sólo se produce durante el sueño. El paciente deja de respirar y empieza a respirar a lo largo de la noche. Los pacientes con apnea del sueño también pueden roncar o notar síntomas diurnos, como sensación de letargo o somnolencia. También pueden padecer enfermedades como hipertensión, depresión e incluso diabetes. Según el dentista especialista en sueño Raúl García, de Miami (Florida), la apnea obstructiva del sueño también puede aumentar el riesgo de ictus.

Para saber más sobre las causas profundas de la apnea obstructiva del sueño, investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania trataron de entender por qué exactamente los pacientes obesos tienen un riesgo tan elevado de padecerla y decidieron examinar una parte del cuerpo poco tenida en cuenta: la lengua.

Utilizaron IRM (imágenes por resonancia magnética) para medir las vías respiratorias superiores de pacientes obesos antes y después de una pérdida de peso significativa. Lo que descubrieron fue que cuando los pacientes perdían peso en la lengua, los síntomas de la apnea del sueño disminuían drásticamente.

“Esto tiene sentido, porque lo que vemos cuando observamos la apnea del sueño es una obstrucción de las vías respiratorias. Esa obstrucción puede ser una lengua grasa”, dijo García.

Esa obstrucción también puede ser el tejido blando de la garganta, que en algunas personas es más blando y fácil de colapsar que en otras.

“Hay ciertas etnias que tienen un tejido más blando en las vías respiratorias y, aunque no son necesariamente obesas, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar apnea obstructiva del sueño que otras razas”, señala García.

Se descubrió que los pacientes asiáticos están predispuestos a este rasgo concreto, sobre todo los chinos, que tienen un tejido más blando y unas vías respiratorias mucho más pequeñas que otras personas de su edad y con un IMC y una constitución generales similares.

“Esto demuestra que la boca desempeña un papel importante en la apnea del sueño y la respiración”, afirma García.

Por ello, García recomienda realizar pruebas de apnea del sueño a todo el mundo, no sólo a los pacientes obesos.

“El examen dental es un buen lugar para hablar de la apnea del sueño, no sólo porque el dentista tiene una visión interna de la boca y la lengua, sino porque muchos dentistas formados en el sueño pueden ofrecer soluciones a la apnea del sueño junto con el médico”, dijo.

García recomienda el tratamiento con dispositivos ortóticos para el sueño, que suelen preferirse a los dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP).

“Las órtesis se adaptan a cada boca, son más fáciles de llevar y más fáciles de cuidar”, afirma.