Cuando bajan las temperaturas, puede aumentar el dolor de mandíbula

El clima de Miami no suele ser frío, pero cuando las temperaturas descienden hasta los 50 grados, puede hacer la vida más difícil para las personas que sufren de dolor en la articulación temporomandibular. El frío hace que los músculos de la mandíbula se tensen, lo que empeora los problemas existentes en la articulación mandibular.

Durante las olas de frío, el control de la mandíbula puede convertirse en todo un reto y hacer que la vida cotidiana resulte dolorosa.

Reconocer los síntomas de los TTM

El trastorno de la articulación temporomandibular, o TMD, es una enfermedad que afecta a la articulación de la mandíbula y provoca dolor en la mandíbula, la cara, el cuello y los hombros. Entre los signos más comunes del TMD se incluyen

  • Sensibilidad o dolor en la mandíbula
  • Dificultad para masticar
  • Dolor y molestias en y alrededor de los oídos
  • Un chasquido, chasquido o chirrido al abrir y cerrar la boca.
  • Reducción de la movilidad de la mandíbula
  • Tensión de la mandíbula

¿Cuáles son las causas de los TTM?

El TMD puede deberse a diversas causas, como estrés, lesiones, rechinar de dientes, artritis y alineación incorrecta de la mandíbula.

Efectos de las temperaturas frías en el TMD

Cuando baja la temperatura, el cuerpo se tensa de forma natural para defenderse del frío. Esto puede provocar rigidez muscular. El frío también puede provocar inflamación en las articulaciones, incluida la mandíbula, lo que aumenta el dolor.

Para reducir los síntomas del trastorno de la ATM, aquí tienes algunos consejos para cuando llegue el frío.

Mantente caliente. Intenta mantener alta tu temperatura corporal. Suba el termostato y utilice mantas eléctricas o almohadillas eléctricas en interiores. Coloca un calefactor cerca de tu mesa de trabajo. Cuando estés al aire libre, abrígate con una bufanda o un gorro para aislarte.

Asegúrese de mantenerse hidratado. Beber mucha agua mantendrá tu cuerpo hidratado y te ayudará a aliviar la tensión de los músculos de la mandíbula.

Incluya omega 3 en su dieta. Se sabe que los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón, el atún, las nueces, la linaza y las semillas de chía, disminuyen la inflamación y pueden ayudar a aliviar el dolor de los TTM.

Asegúrate de hacer estiramientos con regularidad. Abrir bien la boca y mantenerla así durante 10 segundos puede aliviar la tensión que tiende a empeorar cuando hace frío.

Muévete. El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la circulación y reducir el dolor provocado por los TTM. Incorpore a su rutina diaria estiramientos suaves o posturas de yoga centradas en el cuello y los hombros.

Ve al spa. Los masajes pueden ser útiles para aliviar la tensión y el dolor en los músculos de la mandíbula. Puedes darte un masaje tú misma o acudir a un masajista profesional para que te ayude.

No mastiques chicle. Dado que puede suponer un esfuerzo adicional para los músculos de la mandíbula, masticar chicle puede agravar aún más el dolor de la articulación mandibular. Y puede hacer que estos músculos se tensen y duelan, así que es mejor no hacerlo.

Consume alimentos blandos. Consumir alimentos blandos, como puré de patatas o avena, puede ayudar a reducir la presión sobre los músculos de la mandíbula y aliviar el dolor provocado por los TTM. Además, tomar tés calientes u otras bebidas calientes puede ser una forma estupenda de relajar la zona próxima a la mandíbula, a la vez que se añade un poco de hidratación adicional.

Respira. Las técnicas de relajación pueden ser beneficiosas para reducir el dolor de los TTM, ya que el estrés puede ser un factor desencadenante. Prueba a hacer ejercicios de respiración profunda, meditación o masajes terapéuticos para relajar el cuerpo.

Visita a tu dentista. Si el dolor provocado por el síndrome TMD es intenso, es importante visitar al dentista para que realice un diagnóstico y un tratamiento adecuados. El plan personalizado que le proporcione su dentista puede ayudarle a reducir el dolor provocado por los TTM y devolverle a la senda de la comodidad.

En definitiva, las bajas temperaturas pueden empeorar el dolor existente en la mandíbula. Para reducir las molestias de los TTM durante el invierno, es esencial mantenerse abrigado, estar bien hidratado, hacer ejercicio con regularidad y utilizar estrategias de relajación.

¿Influye el clima en otros tipos de dolor de mandíbula?

Sí. Los cambios en las condiciones meteorológicas, incluidos los cambios en la presión barométrica, pueden afectar a la mandíbula. Las personas que padecen TTM u otros trastornos temporomandibulares pueden notar a veces un aumento de sus síntomas durante el verano debido a los sistemas de aire acondicionado.

Es necesario tomar medidas proactivas para controlar el dolor provocado por los TTM, independientemente de la estación del año. Junto con los consejos anteriores, también es fundamental prestar atención a la postura y evitar apretar o rechinar los dientes. Si las molestias mandibulares son graves, debe acudir al dentista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado. Su dentista puede ofrecerle una estrategia personal y adaptada que le ayudará a reducir la angustia provocada por los TTM.