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El botox casero es una idea peligrosa

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Botox: Es el revolucionario fármaco inyectable que ha cambiado para siempre la “cara” del envejecimiento. Este fármaco, derivado de las toxinas botulínicas, casi detiene el tiempo al congelar los músculos de la cara, eliminando las arrugas y las líneas de expresión. Aunque no es la fuente de la juventud, este inyectable cosmético puede frenar los signos del envejecimiento durante unos seis meses por inyección. Pero para algunos, el coste de esa inyección puede ser prohibitivo.

El Botox, que suele costar varios cientos de dólares por tratamiento dependiendo de la zona a tratar, no es para todo el mundo, pero una oleada de nuevos casos de “Botox casero” se ha dirigido a quienes no pueden permitirse fácilmente el medicamento, y está causando muchos problemas.

El Dr. Raúl García de Miami, Florida, ofrece cosméticos Botox en su clínica. Dijo que cuando se trata de tratamientos con Botox, se obtiene lo que se paga.

“El botox en casa requiere un conocimiento avanzado de los músculos de la cara, que la mayoría de la gente no tiene”, afirma. “Un experto muy familiarizado con estos músculos, como un dentista o un cirujano plástico, es la mejor y más segura apuesta para este tipo de tratamiento”.

Según García, inyectarse uno mismo el Botox es extremadamente peligroso por muchas razones.

“Además de inyectarlo en el lugar equivocado y tener ese músculo congelado hasta seis meses, se pueden causar daños permanentes en la cara al inyectarlo en el lugar equivocado”, dijo.

Peor aún, también se han registrado muchos casos de infección.

“La gente no siempre sabe cómo desinfectar el equipo, ni se inyecta necesariamente agujas en un entorno estéril”, afirma García.

Entonces, ¿de dónde sacan los consumidores este Botox? Los informes han descubierto que la droga está disponible en lugares tan lejanos como China, y todo lo que se necesita es una conexión a Internet para conseguirla.

“El problema de comprarlo en Internet es que no tienes ni idea de su pureza ni de su seguridad”, afirma García. “Literalmente, no tienes ni idea de lo que te estás inyectando en el cuerpo”.

García señaló que, a medida que el problema siga creciendo, es posible que se establezcan más restricciones sobre los productos falsificados y de ultramar, pero que por el momento no existen muchas restricciones para frenar estas ventas y proteger a los consumidores.

“Ahora mismo estamos en el salvaje oeste”, afirma García.

Expertos como García recomiendan a los pacientes que no corran el riesgo de recibir Botox falsificado y que se dirijan a un cirujano o dentista cualificado y certificado.

“El botox funciona bien y es muy seguro en las manos adecuadas”, dijo. “Pero puede requerir un poco más de presupuesto para hacerlo bien. En última instancia, no merece la pena arriesgar la salud por ahorrar un poco de dinero al principio. A la larga puede costar mucho más”.